Otro verano más y después de un largo año esperándolas, llegó el momento de ¡irnos de colonias! Qué ilusión el reunirnos en Plaça Universitat con las maletas y mochilas llenas de energía y ganas de pasarlo bien para coger el bus rumbo al Bosc de la Massana, una casa de colonias muy acogedora situada a las afueras de Salt, en plena naturaleza, que fue un escenario ideal para pasar 11 días geniales!

A primera hora despertábamos para desayunar, muy importante si queríamos aguantar todas las actividades que teníamos que hacer durante el día. Varios talleres de manualidades como el de marcos de fotografía o el de cestas, en los cuales demostramos lo ‘manitas’ que somos.

Antes de comer y para abrir el apetito, íbamos a la piscina a jugar como niños, con carreras emocionantes, intentar que no cayera la pelota, tirarnos de bomba, salpicarnos con pistolas de agua y algún que otro travieso que pensaba que los monitores estaban muy secos y los tiraba al agua. Eran momentos de lo más divertidos!

Tras las riquísimas comidas que nos preparaba Sonia, la cocinera, con quién hicimos muy buenas migas, una merecida siesta para encarar la tarde-noche también cargados de cosas para hacer, como emocionantísimos bingos, noches de cine, más talleres… que solían acabar siempre en discoteca para quemar las últimas energías con ‘bailoteos’ hasta que el cuerpo aguantara.

Aunque hubo días aún más especiales si cabe, como la tarde que fuimos a jugar a los bolos, qué divertido y qué grandes jugadores somos! Tiramos muchos bolos e incluso conseguimos algún que otro ‘strike’! O también la mañana en el mercadillo, donde paseando entre las muchísimas paradas que había, pudimos comprar regalos para familiares, amigos y para nosotros mismos como recuerdo de las colonias.

Tambien hubo dos días grandes como fueron las Olimpiadas, donde los jueces Patxi y Katxi nos visitaron para organizar divertidas pruebas en que teníamos que mostrar nuestra fuerza, agilidad, puntería, inteligencia, y sobretodo el juego en equipo. Todos los equipos conseguimos hacer unas olimpiadas muy emocionantes y en la ceremonia de clausura nos llevamos un premio reconociendo nuestro esfuerzo.

Por desgracia, cuando lo pasas bien, el tiempo pasa volando y sin darnos cuenta llegó la última noche. Eso sí, con una despedida como bien se merecen las colonias. Los monitores prepararon una cena temática donde decoraron todo el comedor al más puro estilo hawaiano, con palmeras y tablas de surf, faldas y pulseras de flores, bailes y música en directo! A cambio, nosotros les hicimos un gran espectáculo con canciones y coreografías que llevábamos días preparando y que fue la mejor forma de acabar unos días geniales.

El momento de la despedida fue muy emotivo, pero con la ilusión de saber que  en poco tiempo vuelve el IPI de vacaciones y nos volveremos a juntar todos para un curso 2014-2015 que seguro que estará lleno de grandes momentos!

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